En un entorno digital cada vez más conectado, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad crítica para las organizaciones. Las empresas manejan grandes volúmenes de datos sensibles —como información financiera, datos de clientes y propiedad intelectual— que son altamente atractivos para los ciberdelincuentes. Sin una estrategia de seguridad sólida, las consecuencias pueden ir desde pérdidas económicas hasta daños a la reputación o incluso sanciones legales.
La ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para cualquier empresa que opere en entornos digitales.
A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las amenazas, lo que obliga a las organizaciones a proteger su información, sistemas y activos frente a ataques cada vez más sofisticados.